RIÑÓN Y SOBREPESO: ¿QUÉ RELACIÓN HAY?

Por Mujer Siempre Lista

Esta semana se celebró el Día Mundial del Riñón, un órgano que silenciosamente sufre con las últimas cifras de la Encuesta Nacional de Salud, donde se revela que el 40% de la población en Chile presenta sobrepeso.

Si bien siempre se habla de que la obesidad aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, es importante saber que también puede afectar al riñón. Así es porque con el sobrepeso no solo sufre tu corazón, sino también tu riñón. De hecho, como lo explica el nefrólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Dr. Álvaro Morales, “con un índice de masa corporal mayor a 30 kg/ mt2 asociado con hipertensión arterial, la evidencia científica ha demostrado que aumenta el riesgo de Enfermedad Renal Crónica (ERC)”.

Lo anterior implica el deterioro funcional de los riñones, que habitualmente es un proceso lento y progresivo que también puede generar anemia, alteraciones metabólicas del calcio y fósforo, falla en la regulación de la presión arterial, entre otros. Por lo tanto, “sus síntomas son variados, pero los más frecuentes son la baja de peso, falta de apetito, alteraciones en la piel y gastritis”, aclara el doctor.

No obstante, los principales efectos del sobrepeso y obesidad sobre el riñón se manifiestan en primeras instancias como un estado de hiperfiltración con eliminación de proteínas, que van dañando progresivamente la función renal. En estas condiciones el riñón trabaja más de lo normal. Por ejemplo, en una persona adulta joven la filtración de los riñones es de 120 cc por minuto, mientras que cuando existe hiperfiltración, el promedio es de 140 a 150 cc por minuto”, explica el especialista.

Estas consecuencias son reversibles en la medida que se puedan controlar con dieta, ejercicios y/o cirugía bariátrica. No obstante, el doctor aclara que estos tratamientos siempre deben ir acompañados del “control de la presión arterial y la microalbuminuria, que es una proteína que se encuentra en la orina, tomando medicamentos antihipertensivos”. Sin embargo, de acuerdo al grado de compromiso renal por la obesidad, las restricciones en la dieta y los múltiples fármacos van disminuyendo la calidad de vida del paciente.

Las enfermedades que atacan al riñón

Principalmente, las enfermedades que afectan a un porcentaje cada vez mayor de la población y que ponen en riesgo al riñón son:

.- Hipertensión arterial

.- Diabetes Mellitus tipo II

Las peores consecuencias de la obesidad sobre los riñones se producen por la estrecha asociación de estas patologías con las enfermedades cardiovasculares, que constituyen las causas más relevantes de mortalidad en Chile y gran parte del mundo.

En menor grado, “la obesidad se asocia a la formación de cálculos renales y al carcinoma de células renales. Además existe una enfermedad glomerular cuya magnitud se desconoce y provoca que el cuerpo pierda proteínas y glóbulos rojos a través de la orina, lo cual puede llevar a la ERC”, dice el Dr. Morales.

LOS MITOS MÁS COMUNES PARA BAJAR DE PESO

Por Agencia

Bajar de peso es una tarea difícil, que requiere mucha determinación para cambiar nuestros hábitos de alimentación y llevar actividad física constante. Es importante, independiente de los objetivos de cada persona, llevar un estilo de vida saludable y así evitar en el sobrepeso o la obesidad, lo que trae consigo enormes consecuencias para nuestra salud.

Hoy en día, la obesidad se encuentra en el quinto lugar entre los principales factores de riesgo de muerte en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la catalogó como una enfermedad crónica, es decir, que requiere alternativas de tratamiento de largo plazo.

Si bien muchas personas tratan de mantener una vida sana, existen un montón de mitos respecto a la pérdida de peso. Acá te dejamos una lista de ellos para que aprendas a llevar un estilo de vida saludable de manera consciente:

Las dietas locas: Las dietas masivas, bajas en calorías o de un solo grupo alimenticio, no son recomendadas. Se requiere mantener un mínimo de calorías al día de acuerdo a cada organismo y la variedad de nutrientes que necesita éste para sobrevivir. La falta de vitaminas o de energía para realizar las funciones básicas de nuestro organismo puede provocar grandes problemas para la salud. Siempre que se quiera comenzar un proceso de pérdida de peso, se requiere una evaluación de un médico experto.

Dejar los carbohidratos: No hay que eliminarlos, hay que controlar su ingesta. Son el motor de energía para el cuerpo y permiten que el organismo realice sus funciones básicas como dormir, caminar, respirar o ir al baño. Elegirlos adecuadamente en el momento oportuno es esencial, especialmente los altos en fibra y libres de azúcar añadida como la quinoa, el arroz integral, laS frutaS, verduras y la avena. Comerlos en proporciones pequeñas y en el horario adecuado es muy importante. Suprimirlos puede generar daños en el metabolismo.

Dejar las grasas: Es otro gran mito. Las grasas saludables ayudan a mejorar el funcionamiento hormonal, a controlar y disminuir la ansiedad y regular la glucosa en sangre e insulina. Sí es importante evitar las frituras, dulces y comidas rápidas, y preferir alimentos como la palta y el aceite de oliva.

Dejar de comer por muchas horas: Comer varias veces al día, entre 5 a 6 veces, tiene grandes beneficios metabólicos, como la estabilización de los niveles de glucosa en sangre (y por ende los de la insulina), una absorción de nutrientes más eficiente y niveles más altos de energía. Además, comer cada tres horas controla el apetito y la ansiedad.

Los alimentos light: Es falso creer que los alimentos light van a hacernos adelgazar o mantenernos sanos. Aunque sean reducidos en calorías o dietéticos, no quiere decir que sean saludables y es fácil confundirse con esos conceptos. Muchas veces los productos, aunque sean reducidos en calorías, cuentan con azúcares o ingredientes que perjudican nuestra salud. Por ejemplo, el pan negro tiene más calorías, pero más beneficios que el blanco. Es importante leer los componentes de cada alimento y compararlos entre ellos para ver cuál es el más indicado.

A mayor ejercicio, más se adelgaza: No necesitas entrenar por horas para bajar de peso. Para perder grasa, el 70% del trabajo se encuentra en la alimentación, es decir, cuidar lo que comes: calidad de los alimentos, equilibrio de calorías (entre las consumidas y las quemadas a diario), control de carbohidratos y suficientes proteínas para una buena sincronización de nutrientes. La actividad física debe ser un ejercicio cardiovascular variado e intenso combinado de ejercicios de fuerza, los cuales no necesariamente deben ser más de una hora al día.

Si peso mucho, estoy más gorda: No necesariamente. Cuando comienzas a entrenar tu peso va a subir un poco. El entrenamiento de pesas hace que tu cuerpo se fortalezca y aumente su masa muscular, esto a su vez mejora muchísimo tu metabolismo. Si te alimentas bien y realizas actividad física, notarás que la ropa irá quedando más floja y mejorará tu composición corporal. La densidad de la grasa y el peso del músculo son distintos. Guíate por tu porcentaje de grasa y no por el número de la balanza.

DÍA MUNDIAL DE LA OBESIDAD: ¿CÓMO AFECTA A LA FERTILIDAD?

¿Sabemos realmente las implicancias que tiene la obesidad en nuestro organismo? Esta pregunta es algo que, sin duda, resulta difícil de contestar. Malos hábitos alimenticios que se suman a la baja iniciativa por hacer actividad física, son factores que inciden directamente en nuestra vida y podrían traernos más de un inconveniente, por ejemplo, problemas de fertilidad.

Según los datos arrojados por el estudio “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de América Latina 2017”, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Chile se posiciona como el país de Sudamérica con la prevalencia más alta de mujeres con obesidad, donde 32,8% de las mujeres mayores de 18 años se ven afectadas por esta patología.

Estos problemas de sobrepeso y obesidad tienen impacto directo en enfermedades como la diabetes tipo 2, patologías cardiovasculares e hipertensión, que se encuentran entre las que provocan más muertes en la región y tienen directa incidencia sobre la fertilidad.

En el caso de las mujeres, el sobrepeso involucra irregularidades en su ciclo menstrual y las que presentan obesidad, pueden gatillar resistencia a la insulina, afectando la ovulación y sus posibilidades para lograr un embarazo efectivo. Ante esto, el Dr. Mauricio Mondion, Ginecólogo Obstetra de SGFertility Chile, sostiene que “el sobrepeso y la obesidad afectan directamente el potencial reproductivo a lo menos por tres mecanismos: alteran la ovulación, disminuyen la implantación del embrión en el endometrio y aumentan de modo muy significativo las complicaciones del embarazo. Además, los recién nacidos de mujeres con sobrepeso u obesidad durante el embarazo, tienen, a largo plazo, un riesgo mucho mayor de padecer enfermedades metabólicas y cardiovasculares”.

Por otro lado, los hombres tampoco están exentos a inconvenientes referidos a esta problemática. El estudio mencionado anteriormente da cuenta que un 24,8% de los mayores de 18 años tiene sobrepeso u obesidad, la que incide en su fertilidad, debido a que genera cambios hormonales bajando los niveles de testosterona, disminuyendo la cantidad y concentración de la producción de espermatozoides. Es más, la revista Epidemiology (Sallmén 2006) reportó que las probabilidades de infertilidad aumentan 10% por cada 9kg de sobrepeso en el hombre.

Cabe destacar que los problemas de fertilidad aumentan su incidencia con la obesidad. Si se entiende que una persona es obesa cuando su IMC (Índice de Masa Corporal) es igual o superior a 30, con un IMC de 35 tiene hasta 26% menos de probabilidades de tener un embarazo espontáneo, siendo el peso un factor que afecta, además, la fertilización in vitro. En el caso de los hombres se estima que por cada 10 kilos de sobrepeso se disminuye en un 10% la fertilidad.

Importante es recalcar que el sobrepeso, además de afectar la concepción, perturba el desarrollo del embarazo, del parto y la salud del recién nacido.

Es por esto que el Dr. Mondion llama a tener en consideración que los cambios de estilo de vida, incluyendo los cambios en la nutrición, constituyen uno de los pilares del tratamiento de la infertilidad y de la preparación integral antenatal.